jueves, 26 de marzo de 2009

Leyenda Lakota

¿QUÉ ES UN ATRAPASUEÑOS?
Tomado de: farodelasletras.blogspot.com

Existe una leyenda proveniente de los indígenas lakotas de origen sioux que reza así:
Hace mucho tiempo cuando el mundo era aún joven, un viejo líder espiritual lakota estaba en una montaña alta y tuvo una visión. En esta visión, Iktomi -el gran maestro bromista de la sabiduría- se le aparecía en forma de una araña.

Iktomi hablaba con él en un lenguaje secreto, que sólo los líderes espirituales de los lakotas sabían entender.

Mientras le hablaba, Iktomi -la araña- tomó un trozo de rama del sauce más viejo. Le dio forma redonda y con plumas, pelo de caballo, cuentas y adornos empezó a tejer una telaraña.


Hablaron de los círculos de la vida, de cómo empezamos la existencia como bebés y crecemos a la niñez y después a la edad adulta, para llegar finalmente a la vejez, cuando debemos volver a cuidar de los bebés, completando así el círculo.

Pero Iktomi dijo -mientras continuaba tejiendo su red- "en todo momento de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas otras malas. Si te encuentras en las buenas, ellas te guiarán en la dirección correcta. Pero si escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán y te guiarán en la dirección equivocada".

Y continuó: Hay muchas fuerzas y diferentes direcciones y pueden interferir con la armonía de la naturaleza. También con el gran espíritu y sus maravillosas enseñanzas.

"Mientras la araña hablaba continuaba entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro.

Cuando Iktomi terminó de hablar, le dio al anciano Lakota la red y le dijo: "Mira la telaraña es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero, úsala para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sus sueños y sus visiones.


Si crees en el Gran Espíritu, la telaraña retendrá tus buenas ideas que descenderán por las plumas hasta ti y las malas desaparecerán al amanecer por el agujero".

El anciano Lakota, le pasó su visión a su gente y ahora los indios usan el atrapasueños como la red de su vida. Se cuelgan encima de las camas, en su casa para escudriñar sus sueños y visiones. Lo bueno de los sueños queda capturado en la telaraña de la vida y vive con ellos. Lo malo escapa a través del agujero del centro y no será nunca más parte de ellos.

Los atrapasueños o también llamados cazadores de sueños, se denominaban "Bawaadjigan" en el lenguaje Ojibwe de los sioux, quienes luego se dividieron en los sante (isanyati, los que viven cerca de Knife Lake), dakota centrales y teton (lakotas).Estas culturas sostenían la creencia de que los sueños eran mensajes del mundo espirItual. De esta manera, el atrapasueños funcionaba como un filtro de sueños y visiones, que protegía contra las pesadillas. Los lakotas particularmente, llegaron a creer que el atrapasueños sostiene el destino de su futuro, y es propicio para la buena fortuna y la armonía familiar, aparte de los buenos sueños.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Cuadrado Negro

Cuadrado negro sobre fondo blanco de K. Malevich


Blanco sobre blanco de K. Malevich

"Cuando en 1913, a lo largo de mis esfuerzos desesperados para liberar al arte del lastre de la objetividad, me refugié en la forma del cuadrado y expuse una pintura que no representaba más que un cuadrado negro sobre un fondo blanco, los críticos y el público se quejaron:

"Se perdió todo lo que habíamos amado. Estamos en un desierto. ¡Lo que tenemos ante nosotros no es más que un cuadrado negro sobre fondo blanco!" Y buscaban palabras "aplastantes" para alejar el símbolo del desierto y para reencontrar en el "cuadrado muerto" la imagen preferida de la "realidad", "la objetividad real" y la "sensibilidad moral". La crítica y el público consideraron que este cuadro era incomprensible y peligroso… pero no había que esperar otra cosa."

"Las sensaciones nacidas en el ser humano son más fuertes que el mismo hombre; deben irrumpir a la fuerza, a toda costa; deben adquirir una forma, deben ser comunicadas y situadas. La mayoría de la gente considera la ausencia de objetos como el final del arte y no reconoce el hecho inmediato de la sensibilidad hecha forma."

Kasimir Malevich.





Discípulo: Maestro ¿Para qué la poesía?
Maestro: Para llenar el mundo.
Discípulo: ¿Para llenarlo de qué?
Maestro: Para llenarlo de cosas.
Discípulo: Pero si el mundo está lleno de cosas, maestro
Maestro: Toma el lápiz y escribe tu primer poema, hijo mío.

Isaacs Felipe Azofeifa.



lunes, 23 de marzo de 2009

Tu Vida como Cenotafio ó Verso (IV)



Se puede colegir entre otras, dos tipos de relación humana con lo divino, una cuando el ser humano participa de la divinidad y se hace uno con lo divino, se diviniza sea exporadicamente o por periodos prolongados o hasta permanentemente; otra cuando lo divino siempre está lejos de lo humano y generalmente se tiene contacto a distancia o después de la muerte, en estos casos juega un papel muy importante los mediadores o interlocutores de los dioses. Aquí es sumamente importante morir, desaparecer biológicamente para tener opción posterior a una relación con lo divino.

En la primera relación los rituales y sus medios como el vino te hacen parte de la divinidad, te llevan al cielo o al paraíso, te conectan directamente con los dioses, hay una vivencia durante la vida. La trilogía Cielo, Tierra, Ser Humano se unifica y todos sus elementos se sacralizan en un presente de infinitud y eternidad. La vida se afirma.

En la segunda, por más vino que bebas solo llegarás a estar borracho y por más devoto que seas de los rituales solo estarás abonando por fracciones a una oportunidad de llegar a lo divino, oportunidad que además es condicionada y de darse es luego de estar muerto. La trilogía nunca se unifica y por tanto nunca sus elementos serán sagrados. La vida no se afirma y al no afirmarse la vida se afirma la muerte.

En síntesis este es el espíritu de la tragedia de Las Bacantes. Quienes niegan el culto al dios Dioniso cuando acceden al vino no llegan a sacralizarse ni a sacralizar, simplemente se emborrachan o se vuelven alcohólicos, es decir, son dominados por el vino. Pero quienes aceptan el ritual se conectan con lo divino usando el vino como medio para sacralizar la totalidad, no son dominados por el vino sino que dominan el vino.


“La muerte puede consistir en ir perdiendo la costumbre de vivir.” César González Ruano


“Bajo la magia de lo dionisíaco no sólo se renueva la alianza entre los seres humanos: también la naturaleza ena­jenada, hostil o subyugada celebra su fiesta de reconci­liación con su hijo perdido, el hombre.

De manera espon­tánea ofrece la tierra sus dones, y pacíficamente se acercan los animales rapaces de las rocas y del desierto. De flores y guirnaldas está recubierto el carro de Dioniso: bajo su yugo avanzan la pantera y el tigre.

Transfórmese el himno A la alegría de Beethoven en una pintura y no se quede nadie re­zagado con la imaginación cuando los millones se postran estremecidos en el polvo: así será posible aproximarse a lo dionisíaco.

Ahora el esclavo es hombre libre, ahora quedan rotas todas las rígidas, hostiles delimitaciones que la nece­sidad, la arbitrariedad o la «moda insolente» han estableci­do entre los hombres. Ahora, en el evangelio de la armonía universal, cada uno se siente no sólo reunido, reconciliado, fundido con su prójimo, sino uno con él, cual si el velo de Maya estuviese desgarrado y ahora sólo ondease de un lado para otro, en jirones, ante lo misterioso Uno primordial.

Cantando y bailando manifiéstase el ser humano como miembro de una comunidad superior: ha desaprendido a andar y a hablar y está en camino de echar a volar por los ai­res bailando.

Por sus gestos habla la transformación mági­ca. Al igual que ahora los animales hablan y la tierra da le­che y miel, también en él resuena algo sobrenatural: se siente dios, él mismo camina ahora tan estático y erguido como en sueños veía caminar a los dioses.

El ser humano no es ya un artista, se ha convertido en una obra de arte: para suprema satisfacción deleitable de lo Uno primordial, la potencia artística de la naturaleza entera se revela aquí bajo los estremecimientos de la embriaguez.

El barro más noble, el mármol más precioso son aquí amasados y talla­dos, el ser humano, y a los golpes de cincel del artista dioni­síaco de los mundos resuena la llamada de los misterios eleusinos: «¿Os postráis, millones? ¿Presientes tú al crea­dor, oh mundo?». –“

F. Nietzsche

sábado, 14 de marzo de 2009

Tu Vida como Cenotafio ó Verso (III)

Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas. J.L. Borges

El ser humano ha imaginado lo finito y lo infinito. Lo finito son esos escasos centímetros cuadrados de seguridad a modo de tablero de ajedrez sobre los que cree ser rey. El resto es la inmensidad, esta tiene para él un peso: la indiferencia, un grano de arena o un hombre en la infinitud del tiempo y del espacio apenas son una leve brizna al azar, que en cualquier momento puede ser borrada por el soplo de la fatalidad. Pero en este creado océano de indiferencia se puede crear también los medios para navegar en él, se puede inventar un contrapeso, no con los recursos del conocimiento técnico o científico que para eso no son útiles directamente, sino mediante un engranaje mágico que lo comunica con seres que su mismo conocimiento y desconocimiento ha modelado en un guión metafórico y cosmogónico o teogónico.
De la cosmogonía babilónica, diosa Tiamat, visto en la página de la bruja iluminista Gaelach Deirge www.deirge.com.ve/2007/11/la-fuerza-del-rayo-...
La mayoría de las civilizaciones basan sus cosmogonías en los procesos de reproducción de la naturaleza, animal o humana y por ello hay rasgos comunes en sus relatos míticos acerca del origen. Pero con tratamientos diferentes, pues mientras unas reflejan mediante sus rituales un equilibrio con su entorno otras reflejan su rompimiento, es lo que L. Strauss ha clasificado como las sociedades frías y las sociedades calientes, en las primeras la concepción mítica del movimiento de regeneración (tiempo) es circular y en las segundas es lineal y esto se da hasta nuestros días. Las sociedades frías logran establecer un equilibrio con el entorno en su regeneración y requieren de la energía justa y necesaria para ello. Las calientes son desequilibrantes y el uso de energía es mayor al necesario en su proceso de regeneración, debido al manejo del recurso tecnológico. De esta forma la relación de lo humano con sus divinidades es multiforme incluso dentro de una misma civilización o sociedad.
Calendario Azteca
Este vínculo con la divinidad puede expresar la cohesión y fluidez de las relaciones dentro de los grupos o sus contradicciones, la manifestación de los conflictos sobre todo con los mandatos divinos aceptados o impuestos a las sociedades da nacimiento de las tragedias y a la concepción de la muerte como castigo o pena. Este es el punto central de las Bacantes, punto que tendremos en cuenta para desarrollar y seguir con la lectura de La Loca de Gandoca en la siguiente edición.