martes, 28 de abril de 2009

La Mano de David

Esta edición sobre la mano derecha del David de Miguel Angel responde a una sugerencia de la Poeta Soledad Sánchez M.
Es una ofrenda a su trabajo artístico, a la música, al brillo, al aroma de su espíritu y a sus versos.

http://soledadsanchezm.blogspot.com/

"Insistí para que la figura quedara en la Piazza della Signoria, en frente al Palazzo Vecchio, como símbolo de nuestra República.

Vencí.

Arcadas fueron derrumbadas, calles fueron, ampliadas.

Fueron necesarios cuarenta hombres y cinco días para llevarla hasta su lugar final.

Instalada, toda la ciudad de Florencia quedó sin palabras.

Un héroe cívico, él estaba ahí para advertir a cualquiera que viniera a gobernar Florencia

(...). Los ojos atentos...

el cuello de un toro...

las manos de un asesino...

el cuerpo, un reservatorio de energía."

Miguel Angel Buonarrotti


“…las manos de un asesino…”



El desarrollo de la civilización ha sido modelado manualmente y a medida que las organizaciones humanas se vuelven complejas el cuerpo y el cerebro se transforman se automodelan.


La caza y la guerra nacen de la mano, se cree que la costumbre de usar la mano derecha más que la izquierda obedece a un acto reflejo de defensa para proteger el lado del cuerpo donde está el corazón.

Primero se usó solo el brazo y antebrazo izquierdo para la defensa, y la mano derecha para el ataque. Luego viene el manejo del escudo con la misma extremidad superior izquierda, mientras que con la derecha se empuñaba el arma de ataque.


El oficio del guerrero pasó a especializarse dentro de las sociedades como el más importante, un jefe social era un jefe militar.
Una de las incidencias de esta práctica se da en el porte del cuerpo, tanto así que la representación de los dioses cuando estos toman la figura humana son estilizaciones de jefes militares.


Un jefe militar es un jefe de guerra y por lo tanto debe ser alguien acostumbrado a matar.

La vida o la muerte de los pueblos se basó en la condición física y atlética de sus soldados y del ligamen de estos con sus dioses. Es decir de su preparación física y espiritual.


Divinidad y materia se conjugan en la estampa del guerrero.


Las habilidades y destrezas se constituían en una ventaja dentro de los ejercicios y prácticas militares que unidas a la astucia, capacidad técnica y al arrojo en el combate, pasaban a ser páginas donde dioses y humanos se confabulaban para vencer a sus adversarios.
Hay muchas formas de contactarse con lo divino, una de ellas es la habilidad manual (dejemos a un lado las de las creencias). Por ejemplo, el dibujante o el calígrafo (película el héroe) a fuerza de repetir un trazo consigue creaciones que sólo él puede lograr, lo mismo que el músico, a fuerza de repetir una nota logrará llegar a mundos que sólo él podrá alcanzar. Y así sucede con todos los demás artistas, y con los que se especializan en cualquier materia u oficio, como el maestro de la espada o el de la pluma, mediante el repaso continuo y paciente el objeto de su arte se pule, se ilumina, pero después de esa iluminación detrás de ese gozo hay algo más: los rostros de los dioses, y se pueden palpar.

Deshaced ese verso.
Quitadle los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma...
Aventad las palabras...
y si después queda algo todavía,
eso
será la poesía.
¿Qué
importa
que la estrella
esté remota
y deshecha
la rosa?...
Aún tendremos
el brillo y el aroma.
León Felipe


Es una enseñanza antigua que se fue perdiendo, resurge en el renacimiento y vuelve a debilitarse, pero ha permanecido como semilla esperando lo propicio de los nuevos tiempos.


El David de Miguel Angel es la síntesis de lo divino y lo material.
No me detendré en la historia como personaje bíblico ni en la de la escultura.
Sacrifico también mis notas acerca de su anecdotario amoroso, donde se encuentra la pieza fundamental de la historia
“El amor es un gran dios, porque tiene el poder de incitarnos a realizar grandes y nobles azañas” El Fedro de Platón.
Me atengo al ritmo vital del héroe, criatura nacida de lo mortal e inmortal, de un humano y de un dios.


El héroe está condenado a la gloria a lo extraordinario, a lo sobrenatural, es lo que lo diferencia de los simples mortales.
A lo lejos la escultura es la de un guerrero en su pose clásica, brazo izquierdo erguido presto a la defensa como si sostuviera un escudo, brazo derecho abajo como si en él reposara una lanza o una espada presta al golpe contundente y decisivo. En esa pose se decide en fracciones de tiempo una vida y una muerte. Las armas no se notan, para la expresión estética de esta obra ellas no tienen importancia, la importancia radica en el espíritu que las busca, las perfecciona y las usa, en este caso da lo mismo una honda, un revólver o un misil. De lejos es inevitable enfrentarse a su agresividad a su desafío.
De cerca y a sus pies el panorama cambia.
Hay una voluptuosidad que se ofrenda y provoca, ya el brazo izquierdo no es una defensa, su mano derecha no sostiene un arma, su cuerpo no está erguido y desafiante sino que reposa en calma, confiado, con las vísceras y el corazón expuestos, totalmente indefenso.


En estas dos percepciones, el elemento central, donde gira el contexto espacial y espiritual según mi interpretación es la mano derecha, que para quienes somos diestros sería nuestra mano izquierda. Debemos de tener en cuenta que Miguel Angel era zurdo y según algunos estudiosos David también lo era.



Para los diestros la parte activa operacional corpórea es la parte derecha del cuerpo y la parte activa espiritual etérea e intuitiva es la parte izquierda. Para los zurdos es a la inversa.
Unas veces la parte activa operacional supedita a funciones de apoyo a la parte intuitiva, otras veces la parte intuitiva supedita a la operacional.
En esta escultura vemos un momento de suma concentración intuitiva encarnado en la mano derecha que es la parte no operacional de este guerrero, es la expresión tácita de un instante del espíritu donde orbita junto con él toda la carne y la sangre palpitante en torno a una piedra.

Es entonces esta mano, la mano derecha (izquierda para los diestros) la puerta abierta al secreto del héroe, es el momento preciso donde los dioses susurran al oído un acto sobrenatural, donde la comunicación directa con la divinidad está develada.

Cuando dos caballeros se saludan amistosamente estrechan sus manos derechas desnudas (la mano derecha es la mano de la espada) como símbolo de que no hay confrontación, antes que amistad.

En la creación de Adán pintado por Miguel Angel hay una aproximación entre el creador y el hombre con el dedo índice de cada uno. El índice de la mano derecha de Dios y el índice de la mano izquierda de Adán, bueno, Miguel Angel era zurdo.

miércoles, 22 de abril de 2009

De la Sangre al Signo

“…quién guarda sin puñal (como las encarnadas amapolas) su sangre?...” P. Neruda

Es muy conocida la palabra “cavernícola”, primer periodo de la humanidad que coincide con una de las glaciaciones en la tierra.




Epoca en la cual gran parte de los seres humanos estuvieron obligados a vivir en las cavernas.

Para sobrevivir, su organización era grupal, muy semejante a las manadas, en un principio fueron más nómadas recolectores y carroñeros. Luego empezaron a ser más sedentarios carnívoros y caníbales.


El centro de su actividad grupal y “social” llegó a depender en algún momento del animal más abundante para la caza.
A partir de allí desarrollaron diferentes técnicas. Una de ellas fue la coordinación de tareas mediante la comunicación por señas o sonidos bucales.
La caza contribuye a desarrollar sistemas de técnicas instrumentales y culturales. Sistemas que deben ser guardados en una memoria.
La caza se especializa a tal punto que llega a convertirse en una especie de técnica coreográfica, en una danza.


Se supone que esto unido a los periodos de reproducción da nacimiento a la danza y a otras manifestaciones artísticas. La danza fue un recurso nemotécnico que contribuyó a almacenar procesos en un cerebro colectivo, que correspondían a necesidades de un estómago colectivo.



Todo proceso tiene un centro, un motivo, motivo que puede llegar a ser un símbolo, un signo, sobre el que gira toda la actividad de un grupo, signo o símbolo sin el cual el grupo no se coordina.




La caza llegó a ser una actividad de suma importancia en esa época, así lo registran las diversas pinturas en las paredes de las cavernas.





En la actividad de la caza no sólo se especializaron en el ataque y defensa en relación con otros animales sino también con otros grupos humanos, nacía así la práctica de la guerra.



El fluir de la sangre en el piso era constante, tal vez fueron los primeros cuadros de expresionismo abstracto que se vieron por primera vez. La sangre fue la tinta con la que se empezó a escribir nuestra historia desde la prehistoria.


1
Estilonaturalista.
Cueva de Atlanterra (Tarifa)(Este estilo es el típico del Paleolítico Superior.)
2a
Estiloseminaturalista
Cueva de las Palomas-1 (Tarifa)(Escena de tres ciervos.)
2b
Estiloseminaturalista
Cueva del Tajo de las Figuras (Benalup - Casas Viejas)(La parte inferior de las patas tiene el aspecto de pies humanos.)
3
Estilosemiesquemático
Cueva de Bacinete (Los Barrios)(Una simple línea representa el cuerpo y el cuello del ciervo.)
4
Estiloesquemático
Cueva de la Jara-2 (Tarifa)(Es imposible saber de que animal se trata.)
5
Signoconvencional
Cueva del Tajo de las Figuras (Benalup - Casas Viejas)(Este símbolo ya no se asemeja a un animal.)
Esta secuencia muestra como desde la representación de una cierva herida los dibujos se van estilizando hasta el número cinco, que es el signo de un ciervo que está lejos de parecerse al animal.

sábado, 18 de abril de 2009

Modelando la Luz


Fueron millones de años transcurridos para que nuestros antecesores dieran su primer golpe con una piedra.



De allí pasaría otra cantidad de millones de años para que ese mismo golpe fuera dirigido contra la misma piedra para transformarla, para partirla con el fin de usar esas modificaciones en diferentes tareas.






Otros millones de años más para que la misma piedra se fuera diversificando como útil en distintos instrumentos.



A eso se le puede sumar unos cientos de miles de años más para que esos instrumentos de piedra dejaran de ser toscos, ásperos y llegaran a ser pulidos y pretendieran el brillo, LA LUZ.


Los estudiosos del tema han hecho un cálculo sumamente curioso. Las primeras piedras no necesitaron ningún golpe para servir como instrumento (SILENCIO), solo eran tomadas tal cual las ofrecía la naturaleza; luego viene el primer golpe para modificar ese instrumento y así se vuelve más complejo el trabajo para fabricar las herramientas de piedra, hasta contabilizar 256 golpes luego de los millones de años ya referidos para obtener por ejemplo un hacha de piedra.
En esos 256 golpes no se tiene en cuenta el proceso de pulido.
El manejo de la textura en los instrumentos de piedra sólo aparece en el último periodo de la edad de piedra y esta característica sirve para nombrar esta última fase como el neolítico o piedra nueva o piedra ya pulida.






Este alcance obedece a una transformación debida y habida en esa “máquina” de modelación de pensamiento como fueron las cavernas, ya había mencionado que antes que los humanos se relacionaran con el fuego ya habían hecho consciente el hecho de la oscuridad durante la luz del día. Y es que entre vivir y ver o ser consciente de la luz y la oscuridad hay una enorme diferencia: el manejo de la voluntad, se puede decidir que puede ser oscuro o que puede ser iluminado, ya no se está preso ni se responde por reflejo ante los dos fenómenos, ese vaivén, ese pasar de un estado a otro cuando se desea, produce un goce, un goce que empieza a dejar de ser únicamente material, estomacal.




jueves, 16 de abril de 2009

La Eterna Veta Insondable

Citado de “Las Alturas de Machu Pichu”


“Cuantas veces en las calles del invierno de una ciudad o en/
un autobús o en un barco en el crepúsculo, o en la soledad/
más espesa, la de la noche de fiesta, bajo el sonido/
de sombras y campanas, en la misma gruta del placer humano,/
me quise detener a buscar la eterna veta insondable/
que antes toqué en la piedra o en el relámpago que el beso desprendía.”
Pablo Neruda


El nivel evolutivo que vivimos hoy pasó por otros niveles, ya pasamos el elemento agua, cuando nuestro movimiento se basaba principalmente en las ondulaciones de la espina dorsal para avanzar por las corrientes de agua.
Hay que observar a los músicos cuando interpretan una pieza musical, sobre todo a los pianistas, con sus ojos cerrados y sus movimientos de cabeza son una regresión viva a esos momentos de avance por el elemento líquido.
Una de las sensaciones más placenteras de la música es el masaje de corrientes desde la cabeza, más precisamente desde la frente que pasa por todo el cuerpo y sale por los pies. Quien logre sentir esas sensaciones notará luego de oír una composición musical un estado de pureza y de descanso solo comparable cuando el amor se ha consumado.
Luego vino la superación del elemento tierra, cuando nos pudimos erguir, biológicamente no hemos podido volar hasta el momento, como las aves voladoras, pero nos pudimos erguir que es casi como conquistar el aire, al quedar la mitad de nuestro cuerpo casi libre del suelo.
La danza es la viva celebración de esta conquista, quien danza o quien ve danzar, vive y recrea esa sensación de vuelo. En ciertos deportes como el esquí sobre la nieve, el buceo, el bote de vela o el parapente se recrea esa trascendencia del suelo.
Y una vez a varios metros del suelo otra vez la música. Más allá del aire, en el éter mismo, en el quinto elemento, en “…la eterna veta insondable/ que antes toqué en la piedra o en el relámpago que el beso desprendía.”

lunes, 13 de abril de 2009

Antes del Fuego

TEXTO Y FOTOGRAFIAS TOMADOS DE FOTOALEPH

“Vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño.
Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto…”
Jorge Luis Borges, extractos de El Aleph


Vi una laberíntica red de pasadizos y galerías que parecían expandirse ilimitadamente perforando lo profundo de la Tierra, sin llegar nunca a su fin. Al internarme por aquel dédalo, pude ver por el trayecto parajes inusitados que pocos ojos humanos han tenido el placer de contemplar.




Vi asombrosas catedrales construidas por la sola acción de la naturaleza, vi lagos subterráneos rodeados de bosques de columnas.





Vi dragones y guerreros, vi mazmorras y dinosaurios.





Vi en todo su esplendor la fantástica belleza del universo que se esconde debajo de nuestros pies.




Vi otros mundos que están en éste: los paisajes de las cavernas…



Espeleológico de Navarra (1992) registra más de dos mil cavidades naturales sólo en esta provincia y estima en otro millar las todavía por detectar entre los intrincados macizos kársticos que salpican su geografía.





Son cuevas en su mayoría de una belleza extraña y salvaje, decoradas por la acción del tiempo y de las aguas con las más insólitas formaciones calcáreas, inundadas de extensos lagos, recorridas por caudalosos ríos, cortadas por simas que se hunden en la negrura de los abismos.





Cavernas inmensas, que no terminamos nunca de explorar por más incursiones que realicemos a su interior, como si se fueran estirando y haciendo cada vez más profundas.



Paisajes soterrados, ocultos a los ojos humanos, de irreales formas y colores, en todo disímiles a los que acostumbramos a ver en la superficie, semejantes más bien a los escenarios evanescentes en que transcurren nuestros sueños y pesadillas.




Es otro mundo, paralelo al nuestro. Un mundo secreto y escondido, pero que posee múltiples puertas de entrada, que estamos comenzando a franquear.





Un universo prodigioso que nos espera aquí al lado, ahí, debajo, invitándonos permanentemente a la exploración. Que de vez en cuando, sí, nos depara buenos sustos y peligros, pero que constituye también un filón inagotable de satisfacciones para cualquier amante de la naturaleza.



En una sociedad progresivamente mediatizada por la realidad virtual, el mundo de las cuevas, además de formar parte de la estricta realidad real, es, junto a las fosas marinas abisales, la última terra incognita, el postrero de los espacios terrestres aún por descubrir. Un ámbito donde aún puede surgir eso que se conoce como aventura.